Apenas una jornada después del cierre de la Semana de la Moda Masculina de Milán, la pasarela de hombre de París abría el pasado jueves sus puertas: una sincronización propia de un reloj suizo, que se ha puesto también de manifiesto a la hora de unificar tendencias, y presentar sus mejores apuestas en prendas de hombre de cara a la primavera-verano de 2012.
Cortes y convencionalismos aparte, la pasarela de París es, sin embargo, conocida por su inclinación hacia una moda un poco más avant garde: mientras en la ciudad italiana se saborea el gusto por el pantalón sastre, la chaqueta de dos botones y el gemelo, la moda parisina abraza el riesgo y la extravagancia, dejando memorables colecciones grabadas en la retina. Las tendencias más repetidas de esta edición: las chaquetas de corte college, los trajes que combinan blazer con short a media pierna, la controvertida falda masculina y las bufandas, adaptadas a la estación más calurosa del año.
Colecciones destacadas: Kenzo, y su habilidad para unificar varias tendencias en un solo look, como el popular color block, el look safari y las chaquetas de vestir con print hawaiano; las faldas de verano y macroestampados gráficos de inspiración tropical de Givenchy; las líneas y formas de Hermès, demostrando que en la sencillez está el gusto; las maxirayas horizontales en franjas tricolor, de Dries Van Noten.

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